Un lucerito pequeño,
brillante y lleno de amor,
llegó un día a nuestras vidas
como un regalo De Dios.
Cómo poner en palabras
lo que siente el corazón,
al contemplar su sonrisa
como cuando sale el Sol.
Dos pedacitos de cielo
son sus ojitos preciosos
cuando contemplan la vida,
cuando sonríen gozosos.
Mi niño es algodón dulce,
Es ternura, ¡le amo tanto!
que mis anhelos se calman
cuando le tengo en mis brazos.Ya hay dos soles en mi vida
que, como agua de Mayo,
hicieron crecer las flores
en mis brazos y en mis labios.
Isa*
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