sábado, 17 de noviembre de 2012

ESPERANZAS

Ayer, un destello de luz, traspasó mis tinieblas.
Iluminó el dolor, que me rasgaba.
Hoy, otro rayo de Sol, acompañó mi pena.
Casi perdida y triste, pero alerta, creí que Tú llegabas.
¿Es Tu rostro, Dios mío, el que aparece...,
después de largo tiempo de silencios, de ausencias y esperanzas?.

COMO UN JUNCO


Como un junco, mecido por el viento,
arraigada aguanté, sequías y torrentes,
desafié a los rayos y tormentas,
rozándome tan solo, sin torcerme.
Ningúna adversidad, logró vencerme,
sin detenerme, nunca, en mi camino,
aceptando, lo que mi Alma me indicaba,
aunque ello supusiera un desafío.