sábado, 30 de mayo de 2015

Una nueva experiencia

Bueno, poco a poco, van pasando los días y se va acercando el momento de la salida de mi madre de esta Residencia. La prueba, de momento, está siendo negativa, en cuanto a asistencia específica a dependientes. No puedo decir positiva, porque en la balanza, las pequeñas cosas que he encontrado no satisfactorias, tienen demasiado peso en su situación, como son la falta de responsabilidad en el tema de la oxigenoterapia y la no asistencia a la hora de las comidas para ayudarle en lo que no puede llevarse a la boca, debido a la incapacidad de su mano derecha.

Lo bueno de todo esto, es que sólo ha sido una prueba para valorar qué es lo bueno y lo malo de esta institución. El próximo día 4, se cumplirán las dos semanas que habíamos pactado, las cuales se me están haciendo demasiado largas, en vista de las deficiencias observadas allí.

En fin, tomo nota de esto y seguimos adelante, ella y yo, en este camino. Sólo necesito fuerzas para seguir cuidándola sin flaquear, las cuales espero que Dios tenga a bien concederme.

Isa*


domingo, 17 de mayo de 2015

Entre dos aguas

Hoy, estoy entre dos aguas. Sólo conozco lo que es navegar en una de ellas. En la otra, no lo sé aún, pero he de probarlo. Va a ser un salto al vacío pero, al fin y al cabo, un salto en aprendizaje y experiencia.

Ya no puedo permitirme dudar ni mirar hacia atrás. He aprendido, desde la última decisión fallida, que no es válido, ni bueno para nadie, permanecer estancada en las mismas circunstancias que, de pronto, me llevan a la desesperación, la impotencia, la ineficacia y el dolor. Ahora, es el momento de saber con certeza si, cambiando el esquema de mi vida, puedo ser más feliz, más eficiente conmigo misma y con los demás y, desde luego, más amorosa.

 La calidad de vida de quienes me importan puede verse aumentada con esta decisión. También el fruto de la misma, puede no ser tan bueno para mí o para la persona subsidiaria de este acto.
En este caso, siempre habrá marcha atrás. Tiene arreglo, pero ahora, tras dudas y más dudas, tras contínuas traiciones a mí misma y a mi salud, obviándola por completo, he de mirar hacia adelante, con fe y confianza; sobre todo, confianza. De todo esto, ha de salir algo positivo sin duda: tanto si los resultados fueran favorables, como si no lo fueran.

Quien nada arriesga, nada gana y aunque mi espíritu esté en la cuerda floja y a ciegas, sobre el posible resultado, no puedo permanecer sentada a verlas venir, cuando lo que ha acontecido a lo largo de los últimos doce años, no ha sido nada productivo en cuanto a felicidad se refiere y, sobre todo, para la persona a la que he dedicado todas mis energías, mi cariño y mis desvelos. Es la verdad y, con esto, me basta.

Isa J.