jueves, 27 de marzo de 2014

EL REVERSO DE LAS FILOSOFÍAS ORIENTALES

Queridos amigos:
Hoy, me siento en el deber de expresar aquí, para quien quiera leerlo, algunas reflexiones sobre la enorme expansión que las filosofías orientales, (Budismo, Hinduísmo, etc.), están teniendo en Internet, así como mi experiencia personal con todo esto.
Sé que a la mayoría le sonará a chino lo que voy a decir y, eso, en el mejor de los casos. En el peor, me dirán que se me ha ido la pinza; pero nada más lejos de la verdad. Estas filosofías, que cobran cada vez, más auge, pregonan la bondad, la generosidad, el hermanamiento de todos los seres humanos y el famoso desapego. Todo esto, a simple vista, nos cautiva, nos seduce, nos hace, en principio, mejores personas, porque todos vemos que son valores positivos, pero, ¡ay!, no os engañeis, porque no es oro todo lo que reluce. Os diré lo que pienso y lo que he sentido respecto a ello.


La principal característica, de la personalidad humana, que estas nuevas corrientes filosóficas o religiones, quieren eliminar a capa y espada es la del llamado "ego". Piensan (son libres de hacerlo, así les va), que es la panacea para la felicidad individual y, por ende, de la colectiva. Nada más lejos de la realidad. El ego es inherente al ser humano, desde que éste hizo su aparición sobre la Tierra y, sin ego, estamos condenados a la miseria emocional y psicológica, por no hablar de las consecuencias físicas y sociales. El ego, en las personas sanas, es lo que hace que tengan la autoestima, (por desgracia, tan escasa en mucha gente), en su sitio, donde corresponde; que luchen por su bienestar, físico, mental y social; que avancen en la vida, intentando hacer reales sus sueños, que, algunos, alcancen la sabiduría propia que dan la cultura, los estudios y la investigación y nada, nada de esto, es incompatible con la Espiritualidad, que no religión. La religión es íntima y personal y no tiene cabida en nada de lo que estoy tratando de exponer aquí. El deseo de trascendencia está presente en todos nosotros, seamos de la fé que seamos. Da igual. La mayoría, desde tiempos ancestrales, piensa que hay algo superior al ser humano, algo que no está a nuestro alcance en este plano y que todos deseamos conocer alguna vez. Pero me estoy saliendo del tema.
El ego, es imposible de eliminar de la personalidad humana. Todo intento de eliminarlo, o, al menos, de reducirlo a su más mínima expresión, lleva a la miseria individual y a la social. Véase si no, cómo están en India. Su filosofía pasa, precisamente, por la eliminación del ego. Esto les ha llevado al nivel más bajo de la pobreza, porque allí, la gente se CONFORMA, no ASPIRA a nada, porque lo contrario sería satisfacer su EGO y, desdeluego, renunciar a su Karma. Por eso, los gobernantes, hacen lo que les vienen en gana, en su propio beneficio y la pobreza es insoportable, tercermundista, ya que en la mentalidad de la gente, no cabe luchar y rebelarse contra las injusticias de los poderosos, los cuales, esta filosofía se la pasan por el forro y, es más, la utilizan, para subyugar y controlar al ciudadano de a pie.
Los budistas, más de lo mismo. Ellos, los monjes, practican la meditación como la única alternativa a cualquier mal. Tener perfectamente alineados los chakras para que fluya la energía, es mano de santo. Pero no cualquier meditación, de las de andar por casa, sino que algunos, incluso, consiguen vivir del Prana, (energía solar, de la que dicen alimentarse), y pasan días y días sin llevarse nada a la boca. ¡¡Claro!! Así, más para los ricos mandatarios, en tremendos palacios, rodeados de los lujos más sofisticados, y menos para los ciudadanos, que viven en chabolas, pasean a sus muertos por el Ganges y tb se bañan en sus pútridas aguas para purificarse, mientras se tropiezan con algún miembro a la deriva, de algún ciudadano muerto, flotando en sus aguas.
A todo esto, les ha llevado su interés en desprenderse del ego. ¿Qué pretende esta gente, en Occidente? ¿Que seamos como ellos?. Aunque bien es cierto, que como cualquier filosofía, tiene sus cosas positivas, no es menos cierto que en cuanto aparece el término "ego" y su afán por eliminarlo, como si de un parásito incómodo se tratara, todo lo bueno queda eclipsado por este ideal descabellado.
Yo soy, (otra famosa expresión), una persona como cualquier otra, con sus luces y sus sombras, pero, desdeluego que cuando empecé a leer libros de este tipo, propaganda en Internet, con esos cartelitos en los que se promulga el bien a los demás, ("Lo que haces a los demás, te lo haces a tí mismo"), ( "Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio"), ("Lo que veo en tí, lo corrijo en mí") y la famosa teoría del espejo, la cual consiste en decir que todo lo que criticamos en el otro, es porque lo tenemos nosotros mismos. O sea, que somos asesinos, violadores, ladrones, etc. etc., porque todo eso lo criticamos, o no?. TODAS, son LIMITANTES Y CASTRANTES. Es mi conclusión, después de haber experimentado, de alguna manera, con estas enseñanzas. Anulan totalmente la personalidad individual de cada ser, con el "Todos somos uno"  y el famoso "momento presente". Discrepo de esto y reniego, porque no es cierto, a pesar de las apariencias y de la ingente propaganda que hay respecto a ello. He de reconocer que yo misma he sido la primera en divulgar estas teorías, estos libros de Eckhart Tolle, Krishnamurti, Deepah Chopra y el incomparable Ghandi, al cual se le venera como si de un dios se tratara, en vez de un humano.
Bajo la apariencia de la serenidad, la paz, la justicia y sobre todo, el famoso "Amor incondicional", valores estos totalmente positivos, se esconde el arma más destructiva de la personalidad del ser humano: el intento de eliminar su ego o "yo superior". Es ¡IMPOSIBLE!, y PERJUDICIAL, intentarlo. Nos hablan del mismo, como si éste tuviera personalidad propia y como si fuera un apestado: "El ego te engaña", "El ego te tiende trampas", etc, etc. cuando sin él, seríamos unas piltrafas humanas, sin horizontes, que no llegaríamos a ninguna parte, ni a conseguir nada en la vida. Ni para nosotros, ni para nuestros hijos.
En cuanto a la nueva, llamémosle ideología, "momento presente", está enormemente extendida y, tb es tremendamente engañosa, porque es verdad que, cuando lo pasamos mal, nos agarramos a un clavo ardiendo para intentar el alivio del malestar, como me ha pasado a mí, cuando desconocía el daño larvado que podía producir el nuevo "dogma", pero os aseguro, que en absoluto es bueno. Tolle y compañía, proponen una forma de ver la vida, en la que el ser humano está dividido en dos: escindido, diría un psicólogo, y esta escisión o división de la personalidad es un problema psicológico de alto alcance, que ellos, los hinduistas, están fomentando. El ser humano está compuesto de cuerpo y mente: el soma y la psique y, probablemente, dentro de ésta, se encuentre el espíritu más trascendente, que nos conecta con Algo más. Es una UNIDAD. Pero, ¡ojo al dato!: lo que propugnan estos orientalistas, es otra cosa: el Ser y la mente. Esto es una aberración. Enseñan a que el llamado Ser interior, se exprese, obviando a la mente, despreciando a ésta, porque es la que se confunde, la falsa, la que nos engaña, etc. etc. y el Ser, la esencia del humano, según ellos, es lo auténtico, de manera que cuando aparecen los pensamientos, ¡¡alerta!! Dejémosles ir, porque nos estorban, e impiden la expresión y el fluir del ser interno. ¿Cómorrrr??
Es decir, señores, ¡cuidado! no utilicen su cerebro, o sea, su mente, porque les engañará. No piensen; no se emocionen, vivan en desapego de todo lo que les rodea, estén por encima del bien y del mal y, si se cae el mundo, que se caiga, porque usted, debe estar intentando alcanzar el Nirvana. ¿Qué les parece? ¿Es esto sano, posible, recomendable??? No, en absoluto.
El llamado "momento presente", del cual se hace apología a diestro y siniestro, si se lleva a donde ellos pretenden llevarlo, a su perfección más absoluta, te impedirá reclamar tus derechos, velar por tus intereses, dar una educación a tus hijos, intentar darles o ayudarles a obtener un porvenir, etc. etc. etc. Es un timo como la copa de un pino, porque si piensas, sientes, vives, sólo el presente, no habrá ya más consultas con la almohada, acerca de las decisiones por tomar mañana, para que sean las más acertadas posibles. ¡¡Vive el presente!! y yo añadiría: sin encomendarte ni a Dios ni al diablo.
Como la famosa frase, "Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio". No quiero ser grosera, pero, si alguien me ofende, me insulta o intenta hacerme la puñeta de alguna manera, mis palabras, NUNCA van a ser mejores que el silencio y el silencio, en estos casos, ¿A qué nos conduce? A que nos den otra torta. Sólo a eso. Hablo con conocimiento de causa.
Es cierto que me convencieron sus proclamas, cubiertas de una generosa capa de miel, pero mi personalidad cambió para peor: me volví más "buena", más "generosa", más "callada", más "presente", (demasiado). Menos impulsiva, menos contestataria, menos defensora de mi dignidad y de mis motivos y más gilipollas. ¡¡Eso es!! Esto me ha conducido a la miseria emocional, cuando mi autoestima era impecable, y me había costado mucho tiempo conseguirla, porque ya sabemos todos que, el que más y el que menos, tiene algo que la menoscaba en algún momento de su vida. Ahora, reniego de todas esas filosofias zen, budistas, hinduístas, tibetanas, etc. y me propongo volver a ser como mi madre me parió, con todo lo bueno y lo malo que ello comporta y, desdeluego, con los complementos que conseguí yo solita, sin ayuda de nadie y por mi cuenta. De manera, señores, que no os creáis aquello de "Somos uno", porque ese y no otro, es el verdadero aborregamiento que se está instando a adoptar a la gente en la red de redes. Y despediría esta nota, diciendo "Namasté", pero eso es un extranjerismo absurdo, así que digo, ¡hasta otra! Nos vemos.

Isa JM

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